La idea de crear un club de rugby
en Alzira se gestó en las oficinas de Hidroeléctrica, a principios de 1982,
entre su director Enrique Mañes (que fue su primer presidente de 1983 a 1995) y Tomás
Pardo, por entonces recién llegado de Francia.
En septiembre de 1983, el Rugby
Club Valencia, que acababa de ganar la liga de División de Honor por única vez
en su historia, agradecía los servicios del alzireño Tomás Pardo como jugador y
entrenador de la delantera ofreciendo un partido de exhibición en el antiguo
campo de Tulell. Al encuentro asistieron centenares de niños pertenecientes a
todos los centros escolares de Alzira.
A raíz de este acontecimiento se
apuntaron doscientos niños a la primera Escuela de Rugby de Alzira.
El club, cuyos colores son el
naranja y negro y su mascota emblemática una rabosa, siempre ha contado, desde
sus inicios, con una buena escuela de rugby, prueba de ello fue la formación de
varios internacionales juveniles conocidos en la ciudad, como son Ricardo
Tribaldos, José María Terol, Juan Alias y Lionel Pardo (hijo de Tomás Pardo y
actualmente en Bayona).
El Rugby Club Alzira, que ha
cumplido 30 años, cuentan con una plantilla de jugadores mayoritariamente formados
en su escuela; no obstante, por sus filas han pasado argentinos, franceses,
galeses, estadounidenses y neozelandeses que, aparte de reforzar su potencial,
han creado una mezcla de culturas muy peculiar.
El rugby en Alzira se llama
Pardo
Tomás Pardo nació en Alzira,
aunque pronto marchó a Francia con sus padres, país en el que desarrolló su
deporte y pasión: el rugby. En el periodo comprendido entre los años 1973 y
1980 jugó en la primera división francesa. Su excelente trayectoria deportiva
le llevo a ser en 38 ocasiones internacional en la Selección Española de Rugby.
Como nos cuenta en la entrevista
que acompaña a estas líneas, formó parte de una selección mundial que se
enfrentó a Argentina en Buenos Aires y contra los míticos "Springboks" de
Sudáfrica en Johannesburgo y Ciudad del Cabo en época del "apartheid".
Su periplo como jugador fue
continuado como técnico y no con menos esplendor. Fue seleccionador nacional y
consiguió que España jugara el mundial de Escocia en el año 1999. Fue la
primera vez en la historia del rugby español que nuestra selección llegase a un
mundial y, de momento, la última.
Tomás, hoy en día, ve con orgullo
y satisfacción como sus hijos Lionel y Yannick siguen sus pasos en este
deporte. El primero juega en la liga francesa y el segundo, que mide 190
centímetros y pesa 120 kilos, destaca en categorías inferiores, siendo
convocado en varias ocasiones por la Selección Valenciana.
Pincha aquí para escuchar la entrevista realizada a Miguel J. Durá,
presidente de la entidad, y Tomás Pardo, entrenador y supervisor técnico del
club.
Fuente: www.elseisdoble.com
Fotografía: Tomás Pardo y Miguel J. Durá
Lionel está en USA Perpingnan (Espoirs) y no en Aviron Bayonnais. De momento, titular.
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