Les Abelles, por el ascenso frente a Independiente Santander
El equipo valenciano de Les Abelles continúa escribiendo su década de oro,
empeñándose en no despegarse del entorno de la División de Honor. De las ocho
últimas temporadas, ha jugado dos en la máxima categoría, y hasta cinco fases
de ascenso a la misma. El año pasado se tomaron los del Pantera un respiro, con
lo que la vuelta a estas lides ya supone haber superado la campaña anterior.
Objetivo cumplido por tanto, y ahora, a afrontar las eliminatorias como un
premio al trabajo realizado. Pocos confiaban en que el XV de la Abeja volviera
por sus fueros, otro año con bajas significativas; toda vez que los derroteros
del club se han alejado de cualquier asomo de seudo-profesionalismo, para
centrarse en el desarrollo de la cantera en Quatre Carreres. Un proyecto
deportivo que rehuye la obligación de un ascenso a corto plazo, y que intenta
levantar un armazón con madera tallada en la casa. Cuesta, en tiempos
difíciles, conseguir la continuidad de los chicos en este deporte tan duro, que
requiere un gran sacrificio sin más recompensa que la satisfacción de sentirse
jugador de rugby, y ser una célula de algo mayor: un equipo. El secreto de este
año ha sido el buen ambiente que ha acompañado a la plantilla durante la liga
regular, con la integración de jóvenes y veteranos, gente de aquí y de allá,
que han demostrado identificación con el equipo, y fe en sus posibilidades.
El acceso a DH es ahora un lujo al alcance sólo de cuatro equipos; un caramelo
deportivo, pero que pasa por un pasillo estrecho, oscuro y tortuoso. El camino
más corto al éxito es ganar dos eliminatorias, empresa nada fácil para un
equipo que llega muy limitado de efectivos. Sin ir más lejos, en la última
jornada acumularon cinco lesionados más (Peyton, Nocito, Llavata, Nadal y
Serrano) y un sancionado (Catanzaro). Jorge Diego y Jota Hurtado tendrán que
recurrir casi a la cábala para componer un quince de garantías, pues tampoco es
fácil recuperar gente a estas alturas de temporada. Debido a la continuidad del
calendario, no ha habido apenas tiempo para preparar en detalle este primer
cruce. Casi una prolongación de la rutina liguera cuando, amén de lo que hay sobre
el tapete, se trata de un cambio total de chip, para enfrentar un panorama
completamente nuevo. Les Abelles presentarán una alineación más de
circunstancias que de gala, como habría sido deseable.
Enfrente, un Independiente de Santander muy diferente al que sucumbió ante Les
Abelles en el partido postrero de la 11-12. Cuentan con un fuerte respaldo
económico, tremendas ambiciones de ascenso y un equipo plagado de jugadores a
sueldo, argentinos en su mayoría. Entre ellos, dos muy queridos ex-abejorros: el
ahora internacional Cuchu Ortiz y Juan Pablo Burgos. El equipo cántabro ha
dominado con claridad el grupo Norte, con un gran poderío ofensivo. Mucho van a
tener que sudar los abejorros para parar el vendaval verde y mantener alto el
pabellón del grupo II. Un enfoque bastante alejado las expectativas con las que
se afrontó del último playoff hace dos años, donde tras un corto triunfo en
casa, Les Abelles sólo cedieron en la prórroga ante el Getxo. Claro que en
aquella ocasión, el ascenso era directo, mientras que ganar ahora supone sólo
mantener viva la esperanza de cara a la segunda ronda,
En espera de la evolución de los tocados hasta el fin de semana, los técnicos
valencianos manejan un equipo que podría ser: Tribaldos, Oriol, Franchino o
Ponce; Conejero, Muñoz o Zurita; Cebrián, Scolari, Matei; Staerkle, Ordaz o
Ibáñez, Noguera, Montolíu, Calvo, Sweeney o Sevillano y Carbonell. El partido
se juega en Quatre Carreres a las 12.30 del próximo domingo.
Fuente: Prensa C.P. Les Abelles
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