Resultó ser un partido muy disputado, con el equipo visitante buscando continuamente el contacto y el juego de delantera. Se pactaron desde el principio las melés y las patadas en la zona de 22 metros.
El resultado final reflejó un empate a 24, o como se dice popularmente por la comarca de la Marina Baja, "empatats i la pilota encanyà".
Tras el partido, se recuperaron las fuerzas con un buena "esmorzaeta" a base de cocas, queso, fuet, saladitos, patatas, y... cerveza.
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