Luis Sebastián en la foto con gabardina y corbata |
Cualquier
momento era bueno para dar un impulso al rugby valenciano. Corrían los años 70
y el deporte del oval dibujaba sus primeros pasos en la Comunitat. Lo hacía de
la mano de Luis Sebastián Caballero. «Hubo alguna crisis, pero él buscaba gente
para poder jugar y aguantar. Varias veces, mientras tomábamos una cerveza en el
barrio del Carmen, veía a un chaval fuerte, se acercaba a él y le convencía
para jugar aunque no supiese». Son palabras de José Sorribes, una de las
personas que mejor conoce al fundador del CAU, quien falleció en la noche del
lunes a los 67 años. Como legado, una pasión consolidada.
Luis
Sebastián dedicó gran parte de su vida al rugby. «Él jugaba en la sección de
rugby del Levante, pero se quedaron con poca gente. Entonces nos reunimos con
él un grupo de estudiantes que jugábamos en la liga universitaria. Éramos de
Ciencias, Medicina y Agrónomos. Nos juntamos con los jugadores del Levante e
hicimos un nuevo equipo, el Club Atlético Universitario», relata José Sorribes,
actualmente directivo del CAU, siglas de la denominación original.
Dentro de la
fundación de la entidad, que tuvo lugar en 1973, Luis Sebastián fue el gran
artífice. En ese momento, dio por finalizada su etapa como jugador y se
convirtió en el entrenador y presidente del CAU Valencia.
«Nos faltaba
un entrenador, porque en las universidades no había. Luis fue uno de los
mejores entrenadores tácticos de la época», destaca Sorribes, quien estudiaba
Ciencias Biológicas. «El conjunto fue poco a poco aumentando en jugadores y
conseguimos hacer dos equipos sénior. Eran los comienzos del rugby en Valencia.
Competíamos en categoría regional», añade.
El proyecto
vivió trances por la falta de mimbres, pero Luis Sebastián los subsanaba
sacando deportistas de debajo de las piedras. «Teníamos mucha gente de fuera de
Valencia porque venían a estudiar desde distintas ciudades. Entonces, de
repente, nos podíamos quedar sin jugadores. Pero a los seis años de la
fundación, hicimos un equipo juvenil y así conseguimos dar más estabilidad al
club», comenta.
Menos la de
jugador, Luis desempeñaba todas las funciones dentro del CAU. Incluso ayudaba
económicamente a algunos jóvenes: «El rugby le costó dinero. Todos los jueves
cenábamos juntos y, si alguien no tenía dinero para un bocadillo, él lo pagaba.
Lo hacía con gusto. Disfrutaba». Y rompió barreras.
«Fuimos el
primer equipo de la Comunitat en ir a jugar a Inglaterra. En 1975, fuimos a
Londres casi con lo puesto, pagándonos cada uno los gastos. Luis tenía un amigo
inglés y nos invitaron para que conociéramos aquello. Perdimos 85-0», rememora
Sorribes, quien le considera la figura más relevante del rugby valenciano.
«Posteriormente,
fue presidente de la Federación de Rugby de la Comunidad Valenciana. Consideró
que tenía que ayudar al rugby desde la federación. Fue un adelantado a su
tiempo. Es la persona que más ha aportado al rugby valenciano, pero siempre lo
ha hecho con discreción», subraya.
Hoy, a las
17 horas, tendrá lugar la misa por Luis Sebastián en el tanatorio municipal de
Valencia. Ejerció como psicólogo y promotor y, hace diez años, sufrió un
derrame cerebral que le ha mantenido en coma durante todo este tiempo. El
pasado lunes por la noche, falleció, pero continúa muy viva la obra que comenzó
a principios de los 70.
Su hijo,
también llamado Luis, vive en Vilanova i la Geltrú, donde trabaja como profesor
de matemáticas. Dejó de jugar, pero ha heredado las viejas costumbres de su
padre y ya ha organizado un equipo de rugby reclutando a jóvenes.
Fuente: www.lasprovincias.es
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