miércoles, 24 de agosto de 2011

Kick-off para C.P. Les Abelles

Comienzo de curso entre ilusión e incertidumbre para los abejorros.
Este verano de 2011 no está siendo uno más para Les Abelles. Más allá de los tópicos de pretemporada: fichajes, bajas, calores, agujetas... un factor extradeportivo ha traído los peores (y más bien fríos) sudores: la tensa espera a las puertas del nuevo polideportivo "Quatre Carreres" metafóricamente. Desde la primera cita para los jugadores Senior y M-20 (el pasado miércoles 17), el equipo ha peregrinado por diferentes espacios de entrenamiento. Podría ser esta semana cuando los abejorros empiecen a hollar la hierba sintética de la llamada Ciudad del Rugby.
El proyecto de club está orquestado al 100% alrededor de las tremendas posibilidades de estas flamantes instalaciones. Durante los últimos meses, Les Abelles se ha estructurado para el desarrollo de una idea deportiva: asentar al club en la élite nacional a través de la formación de jugadores y entrenadores, que nutran al primer equipo con gente de la casa. Se pretende también crecer socialmente, promocionando el rugby en el entorno, así como mediante la proyección de Valencia como destino rugbístico de referencia, en España y Europa. Así nos lo ha encomendado el Ayuntamiento, aseguran desde la directiva.
El retraso en la finalización de la obra va a suponer un frenazo en la apertura al público, con todos los servicios previstos. Vamos poco a poco; "el objetivo inmediato es poder entrenar cuanto antes, para no poner en riesgo la preparación; el 2 de septiembre empezar con la Escuela como pensábamos, y para el primer fin de semana de octubre, tener las condiciones para el estreno en competición oficial. Al menos ya estamos manos a la obra con todo lo que hemos preparado", cuenta Leonardo Méndez, director de la instalación.
Con la puesta en marcha Quatre Carreres en un primer plano, el perfil del primer equipo queda supeditado a esas necesidades, aun sacrificando a corto plazo el afán competitivo. En siete años, Les Abelles disputaron dos en División de Honor y cinco ascensos, el último de ellos el pasado febrero. Esa vorágine ya no cabe en los presupuestos. Se minimizan gastos en una plantilla que va a estar formada mayoritariamente por jugadores de la casa.
También hay relevo técnico: Jorge Diego vuelve al frente de la nave, ayudado de Manolo Nadal. No continúa Facundo Ozu pese a la buena temporada en su regreso a Les Abelles; el Chino prefirió aceptar otras ofertas. El Pantera ha recogido el guante lanzado por el club, "porque me ilusiona el reto de entrenar a los chavales". Pero pretende entregar pronto las riendas del equipo: "es una situación de transición, espero que corta. El equipo debe quedar en manos de gente de Les Abelles, con nuestra filosofía, conscientes de lo que somos y lo que queremos. Para eso también tenemos que sacar entrenadores, con buenos conocimientos. Ahora tenemos unas instalaciones inmejorables para esa labor, y nos hemos armado para sacarles partido".
El club ha conseguido un alto porcentaje de continuidad en la amplia generación del 91, de los cuales dice el veterano entrenador cántabro: "algunos tienen cualidades para el primer equipo, como Charly Cebrián o Matías Moreno, ambos internacionales. Depende de ellos. No todos están inmediatamente preparados para el salto, pero el club necesita del compromiso de todos ellos, así como a los chicos de años anteriores, que ya han entrado poco a poco en el equipo".
No es fácil resumir los muchos movimientos habidos desde que se acabó de competir en Getxo, aquel lejano y amargo 20 de febrero. La crisis económica, amplificada, no sólo viene a traducirse en la ausencia de apoyos que permitan mantener jugadores "profesionales". También ha motivado que gente con muchos años en la ciudad y el club, se haya visto obligada a cambiar de aires. Muy sentido fue el adiós del capitán Jorge Parra, referencia en el equipo desde 2005. El mago JP Burgos no ha asegurado su presencia, por obligaciones laborales fuera de Valencia. Confirmado el fichaje de Montórfano por el Quesos, tampoco estará Mati Bottarini, que marcha de Erasmus a Glasgow. Sobre David Montolíu, que ha expresado su deseo de emigrar a Madrid, Diego se sincera: "contaba mucho con David tras su año en blanco, como referencia para los jóvenes; pero su circunstancia personal y deportiva es muy concreta y respetable. De todas formas, ningún club se ha dirigido a nosotros sobre él. Ni por ningún otro, a decir verdad". Sobre los jugadores que no se han presentado todavía a los entrenamientos, Les Abelles mantiene una postura muy clara: "históricamente hemos tenido un comportamiento muy comprensivo; pero ante el panorama actual, la directiva ha determinado anteponer los intereses del club y aplicar el reglamento federativo. Desde nuestra óptica, la norma de los seleccionables está produciendo el efecto contrario al deseado, en sólo dos años fagocita el mercado, agrandando la diferencia entre los clubes que pueden fichar y los que no."
Volviendo al equipo, se cuenta con el hándicap añadido de dos lesionados en su escueta línea de tres cuartos. Lucas Poggi sigue convaleciente de la grave rotura sufrida con la Selección Valenciana, y Carbonell tiene que operarse del hombro. El Pantera ironiza: "anuncio una vuelta al rugby cavernícola: defensa y delantera. Con estas limitaciones vamos a desarrollar un sistema de juego sencillito". No hay duda de que tantas bajas auguran una pérdida de potencial nada desdeñable, que a priori parece alejar a Les Abelles de la lucha por el ascenso. Una lástima, y más cuando (por fin) se aprobó la ansiada ampliación a 12 equipos de la División de Honor. Será en la 2012-2013.
Para compensar con experiencia la juventud predominante en el conjunto, la dirección deportiva ha cerrado la continuidad de algunos veteranos. Un año más para los eternos Stefan o Tribaldos, más la aportación de Pablo Helguera como preparador de los tres cuartos. Vuelven al club el Erasmus Joserra Ferrandis y Esteban Gil, segunda línea muy técnico que interrumpió su carrera deportiva por compromisos laborales. Para completar el bloque se espera cerrar alguna incorporación nacional, pues las limitaciones económicas suponen una renuncia tácita a reforzar el equipo con jugadores foráneos. Alguna incorporación podría caer del trabajo desarrollado, en la búsqueda de gente dispuesta a aportar, e integrarse en el proyecto del club.
En resumen: año que se antoja complicado, con un grupo de División de Honor B a priori más fuerte que el año pasado. No ascendió nadie y se ha cambiado al flojo Ponent por el CAU. La tranquilidad llegará cuando se pueda certificar la categoría, y sobre todo cuando el balón oval empiece a dar sus caprichosos botes en la Ciudad del Rugby, pieza clave en el futuro de Les Abelles y del rugby en Valencia.

Fuente: Prensa C.P. Les Abelles

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