Decisivo ensayo de Chavo para ganar al Liceo (0-5)
Curiosas las cosas del rugby. En el Liceo Francés-Les Abelles lo fueron el
resultado (una manita futbolera), o que una victoria no valga para conservar el
liderato. Con su previsible bonus ofensivo en Granada, Alcobendas se pone
primero en la tabla. Grandes las cosas del rugby: en sólo una semana, se
volverá a poner en disputa la supremacía del grupo. Quatre Carreres espera un
apasionante Les Abelles-Alcobendas. Pero dejemos pasar unos días para eso, y
volvamos al Urtubi.
Las nubes que cubrían Hortaleza se pararon a mirar el partido en el Liceo,
quizá por si les caía alguno de los muchos balones que volaron por allí. Vamos,
que no llovió mucho y se vio un juego basado en un intercambio de patadas, al
que Les Abelles no están muy habituados. Los balones pasaban una y otra vez
sobre las cabezas de ambas delanteras. Los francófilos parecían renunciar al
choque de trenes, y los valencianos no podían hacerse con la manija del
partido, sin chance de imponer un estilo muy basado en la posesión. Y eso que
sus tres de atrás estuvieron muy seguros; pero al equipo le podía la ansiedad
cuando se trataba de salir de la cueva. Partido a partido, Montolíu va
afianzando su rol de pateador táctico, pero no acertó cuando quiso cambiar ese
ritmo del juego tan inconveniente para los suyos.
Con todo, victoria y tercer partido (de cuatro) que Les Abelles completan sin
recibir un solo punto. Salieron dispuestos a no dejarse amedrentar por el juego
subterráneo, una constante en los enfrentamientos con el Liceo de las últimas
dos temporadas. El ala local Dahbu caía lesionado al primer placaje, siendo
reemplazado por Cabanes. La melé abejorra fue muy superior en cada episodio,
incluso cuando a su pilar izquierdo Pancho Nocito se le complicaba la dolencia
de tobillo (cambiado por Franchino en el 23'). Cada equipo dispuso de una
oportunidad a palos antes de cumplirse los primeros diez, sin fortuna.
Los liceístas iban al ataque, sacando mejor partido al intercambio de misiles y
armando su juego desde Migliore y el centro foráneo Ajarrusta, sin que su 10
Tom Barry se involucrara demasiado. Fueron primeros candidatos al ensayo,
lanzando a sus tres cuartos en velocidad desde muy atrás cuando entraban en
zona de peligro. El fullback Migliore la tuvo en lado abierto sobre el 14',
pero se topó con el contundente tackle de su espejo Carbonell, perdiendo el
balón en el contacto. Como la melé naranja seguía empujando y su touche
funcionaba, los visitantes iban achicando agua, aunque sólo para hacer frente a
la siguiente oleada. La velocidad del wing Carreras estaba siendo el mejor
filón para los locales.
Cuando Montolíu se pudo escabullir de frente, propició la escapada de Eaglesham
como primera incursión seria de los valencianos en campo rival. Infructuosa. Y
de nuevo a defender, pues el 13 local les devuelve los metros, Barry busca a
Mota, quien se encuentra con el placaje del Chavo Calvo. El 9 valenciano
Staerkle buscaba dar dinamismo desde el dominio de melé, para desatascar a los
suyos, que sin embargo se perdían en imprecisiones ante la voluntariosa defensa
madrileña. Migliore vuelve a perder otra ocasión muy similar en el 28', esta
vez a causa del placaje de Pepe Serrano. Por cierto, que el octavo valenciano
contaba con el apoyo de la selección balear sub-18, a la que entrena, y que
antes había jugado contra el cadete del Liceo.
Reaccionan Les Abelles. Enlazando unas pocas fases, su avance es poderoso y
pone en apuros a los bleus. Su defensa deja botar una patada por el ala de
Carbonell, que acaba en manos de Calvo. El de Puçol arranca la moto y se va
derecho hasta la marca. Van a ser los únicos puntos del partido, pues Montolíu
marra la conversión. Tampoco atina Migliore un golpe asequible en el 35'. Poco
después ve amarilla el talonador liceísta, y la primera mitad acaba con asedio
valenciano, en pos de un segundo ensayo. La posibilidad se esfuma por mor de un
nuevo avant (y van...). Entre resoplidos, el Liceo se saca de encima el peligro
como puede.
Misma tónica en la reanudación: Les Abelles más asentados, en superioridad,
tirando de rodillo. No encuentran fruto porque Atorrasagasti sanciona primero
un "retenido", y luego un extraño knock-on a un metro de la raya,
cuando el maul avanzaba desde una touche a 22. El Liceo las pasa canutas en
esta fase del partido, que empieza a endurecerse. Aun pasando por algunas
lagunas, Les Abelles aseguran las touches con Cebrián de primer saltador. Desde
ahí abundan en el maul, vista la poca consistencia que opone en Liceo. Replican
los de Charryere con touches reducidas en ataque y desplegando hombres por
fuera. En un despiste abejorro, los locales huelen la línea de marca; pero ahí
resurge la férrea defensa valenciana, que fuerzan un golpe de castigo atacante en
el ruck.
Decíamos que se ensuciaba el juego; el local Philipponeau va al sin bin en el
61'.Cinco después, Gómez de Membrillera por los valencianos. El Pantera apenas
mueve el banco (ningún cambio en la línea), pero los guerrilleros suplentes dan
aire fresco a una delantera que sigue imponiéndose. Isra Llavata pone el tamaño
y el bravo Andrés Muñoz, la carne y la salsa. Así consiguen los abejorros
mantenerse dentro de la mitad local; sólo las irregularidades cometidas con
posesión de balón (según criterio arbitral), les privan de aumentar la
distancia. En los últimos minutos, con una iluminación más que pobre y apenas
sin líneas en el campo, ambos bandos se emplean con más voluntad que acierto.
Mota intenta llevar a los suyos adelante, cuando todas las faltas se sancionan
hacia el mismo lado. Pero el veterano Stefan, Staerkle o Serrano se erigen en
los más listos de la clase cuando de hacerse con el balón se trata. Los
valencianos acaban matando el partido, para culminar su primer viaje a Madrid
con cuatro puntos en el zurrón.
Fuente: Prensa C.P. Les Abelles
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