Pese al buen resultado final, el R.C. Alzira mostró las mismas
carencias que en el anterior encuentro ante el Cullera R.C., incapaz de hilvanar
jugadas e imponer su rugby ante teóricamente, equipos inferiores.
Incomprensiblemente, el equipo se ha sumido en una crisis de juego de la que
deberá salir ya mismo, puesto que los tres encuentros que quedan de liga, son
precisamente contra sus perseguidores en la clasificación y las distancias, son
mínimas.
Cierto es que el equipo presentaba bajas
importantes para el encuentro; no se pudo contar entre otros, con la columna
vertebral habitual, el "tercera línea centro" José Vicent, el
"apertura" Adriá Alonso que tuvo que ser sustituido por lesión a los
diez minutos y el "zaguero" Pablo Pepiol, que con problemas de
espalda, finalmente no pudo ser alineado tras las pruebas del calentamiento,
así que hubo que presentar una alineación de circunstancias, sin que ello sea
excusa para el mal juego exhibido.
Nada más empezar el partido, ya se pudo ver
que la delantera al alzireña no conseguía dominar a su oponente, sobre todo en
melé -como ya sucediera en Cullera-, pero, peor fue el desorden en le línea de
"tres cuartos" que, ni conseguían atacar con peligro, ni acertaban
con sus patadas a "touche". El Alzira perdía el balón con demasiada
facilidad, viéndose obligado a defender y exponiéndose a las faltas en las
melés abiertas que no tardaron en llegar. La inseguridad se contagió a todo el
equipo y ni los mejores jugadores se libraron de ella.
A falta de juego colectivo, se salvaron los
muebles merced a jugadas individuales, lográndose tres ensayos en la primera
parte, dos de Ximo Fraile que pasa por sus mejores momentos -minutos doce y
veintiocho- y uno de Darío Ferrer -minuto veintidós- los dos últimos
transformados por Juan Ignacio Calabro. Entre tanto, La Safor había dispuesto
de varios golpes de castigo, pero no logró transformar ninguno, por lo que el
marcador al descanso reflejaba un 19 a 0.
Las cosas no mejoraron en la segunda parte
pese a las intenciones de enmienda en el descanso. Inmersos entre el mal juego,
la falta de convicción y la mala suerte -se anularon tres ensayos por no dejar
limpiamente el balón en zona de marca-, el partido fue un suplicio para los
técnicos y aficionados alzireños hasta el minuto treinta y cinco en el que Álex
Palop recoge un balón mal despejado por La Safor y se marcha con convicción en
busca del cuarto ensayo -no transformado-; a partir de ahí, el equipo se liberó
de la presión ¿? y jugó sus mejores minutos, logrando en el último minuto el
quinto ensayo, obra de Carlos Camacho que hoy se estrenaba de
"apertura", la transformación, de Álex Palop. No hubo tiempo para más
y concluía el encuentro con el resultado de 31 a 0.
Conclusión, juego muy pobre por parte del
Alzira, con muchas dificultades para pasar el balón con fluidez, hasta el punto
de que se podría decir que el combativo equipo de La Safor, atacó mucho más que
el equipo local. Lo positivo, la defensa, que nunca cedió y la
"touche", gracias al omnipresente Ximo Fraile.
El calendario liguero, ofrece ahora tres
semanas de descanso, tiempo suficiente para recuperar lesionados y lamerse las
heridas, pero hay que levantarse y encontrase así mismos porque el dieciséis de
febrero se rinde visita a La Vila "B" y si no se quiere perder el
liderato, no se puede perder. Será la hora de la verdad.
R.C. Alzira: David Ferrer, Javier Vicent, Manuel
Becerra, Sito, Vicente Camarena, Mario Andrés, Darío Ferrer (cap.), Ximo
Fraile, Juan Ignacio Calabro, Adriá Alonso, Javier Gómez, Kike Boils, Carlos
Camacho, Dani Dasí e Iñaki Alonso. Cambios: Álex Palop, José Carrasquer, Erik,
Pau Gea, Abel Benavent y Carlos Selma.
Fuente: Departament de Premsa R.C. Alzira
Fotografía: Vicente Dasí
No hay comentarios:
Publicar un comentario