Parece que después de haber jugado dos tercios de la liga, el R.C. Alzira se ha encontrado a sí mismo. Sus dos últimos rivales Dénia hace un mes y Tavernes este sábado, han podido comprobar que cuando los alzireños se ponen el mono de trabajo, resultan imparables.
El de Tavernes era un encuentro difícil para el Alzira, los de La Vall están siendo sin duda de los mejores equipos de la liga en esta temporada y los alzireños se enfrentaban a ellos después de un mes de inactividad competitiva, ya que no jugaban desde la victoria balsámica ante el Dénia debido a la retirada de la competición del Abelles "C" por decisión federativa.
Así pues, se esperaba al Tavernes con la incertidumbre de saber qué cara iba a mostrar el equipo, si la irregular que había venido mostrando esta temporada o la de la última victoria ante el Dénia, donde ya pudo verse una mejora sustancial en su juego.
Lo cierto es que el partido no pudo empezar mejor para los de La Ribera, ya en el minuto tres, a la salida de una melé perfecta, Ximo lanzó un pase a Álex Palop por el lado cerrado y este solo tuvo que desbordar con potencia y velocidad a su contrario para conseguir el primer ensayo. Él mismo lo transformaría (7-0). El Alzira continuó dominando, sobre todo con su potente delantera que sistemáticamente iba desmoronando a su rival gracias a una majestuosa "touche" y a una "melé" que logro jugar de tú a tú a su rival, considerada la más potente de la categoría. Los locales alternaban su juego, a veces de delantera y otras con sus tres cuartos que en esta ocasión estuvieron a la altura. Así que, los ensayos fueron cayendo del bando local, en el minuto veintiuno, el segundo, obra de Darío Ferrer (12-0), en el veinticinco recortaba distancias el Tavernes (12-5), en el treinta y dos, de nuevo ensayaba el Alzira por medio de Juan Calabro (17-5), en el treinta y cinco, repetía Álex Palop (22-5) que cinco minutos después transformaba un golpe de castigo (25-5) con el que se llegaba al descanso.
En la segunda parte, el Alzira no relajó la presión ofensiva pero tuvo más dificultades a encontrar la zona de marca contraria debido al que el juego empezó a embarullarse, teniendo que sacar el colegiado cuatro tarjetas amarillas. Entre tanto, Palop transformaba dos golpes de castigo, minutos sesenta y tres y sesenta y ocho (31-5) y a continuación el Tavernes conseguía su segundo ensayo (31-10). Cerraría el marcador Álex Palop que al conseguir su tercer ensayo y la correspondiente transformación (38-10) se erigía en el protagonista del partido, al lograr el solito veintiocho de los treinta y ocho puntos alzireños, fruto claro está de la solidaridad de sus compañeros de equipo que rozaron la perfección en todas las facetas del juego, siguiendo casi a rajatabla las consignas técnicas.
Fuente: Departament de Premsa R.C. Alzira
Fotografía: Vicente Dasí
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