LOS ERRORES HUNDEN A LES ABELLES, y dejan escapar puntos vitales al final.
En el último partido de 2009, Les Abelles no pudieron con el vigente campeón, pese a ir ganando casi siempre. Hasta el fatídico minuto 68. Gallastegui dirigió bien un partido igualado, disputado pero limpio, que sólo en las postrimerías se rompió en favor de los madrileños.
En el último partido de 2009, Les Abelles no pudieron con el vigente campeón, pese a ir ganando casi siempre. Hasta el fatídico minuto 68. Gallastegui dirigió bien un partido igualado, disputado pero limpio, que sólo en las postrimerías se rompió en favor de los madrileños.
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Los locales certificaron que con su acusada mejoría están en un nivel competitivo, pero ciertas inconsistencias se pagan muy caras frente a los equipos punteros. Y el CRC lo sigue siendo, pese a sus problemas y las importantes ausencias: Sempere, Sanft, Marcelo, Matías Tudela... la maquinaria de Sonnes está muy lejos de aquella apisonadora que aplanó la temporada anterior; pero les queda mucho orgullo, y suficiente oficio para estar al acecho de cualquier desliz del rival. Durante muchos minutos fueron los campeones a remolque de Les Abelles, en el marcador y en el juego, pero a los postres supieron trincar la presa.
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Salió el Pantera casi con el mismo XV que inmerecidamente perdió en Sant Boi, sólo añadiendo peso y experiencia en la segunda línea, con la entrada de Bartolo Durand. Los de casa se ponían por delante en el minuto 7, gracias a un golpe de castigo pasado por Japie Naude... aun cuando ya amenazaba tormenta en las touches. Empezaron Les Abelles a sufrir también en melé, pues la delantera canoísta iba cargada de peso y experiencia. El árbitro vizcaíno les concedía un ensayo de castigo a los veintidós minutos, tras varios intentos no culminados de maul y repetidas melés a 5 metros. Sólo cinco minutos tardarían los valencianos en replicar: ganar el saque de centro, un par de mauls, la defensa que derrumba, una touche a 5 que sale medio buena y ensayo de Ionel Stefan. Simple y efectivo, como en los viejos tiempos. Prometedora capacidad de reacción. No lo pasaba Naude, pero Les Abelles se ponían arriba 8-7 y seguían lanzados: en la acción siguiente al restart, con muy poquito estaban de nuevo a 5 metros de la marca. No saldría bien esa vez, pero los del Pantera seguían dominando el ancho, trabajando e insistiendo con el maul. Iba a ser Fernando Domínguez, en una de sus pillerías, quien propiciara el segundo ensayo abejorro. La roba, y se la da a Tim Emery en clara franquicia; al kiwi le quedan bastantes metros y varios rivales por sortear, pero su carrera, impagable, acaba bajo palos.
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Una lástima para la afición que Les Abelles no aguantaran esa ventaja hasta el descanso. Les mató el mal día de su delantera en los saques de lateral. Dos touches perdidas en los cinco minutos restantes acaban con un sencillo pick & go, que permite a Bernasconi posar el oval. Falla Díez y el 15-12 se queda en el electrónico.
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El Pantera releva en vestuario a Cornei por Mercanti, buscando igualar la melé, y en el CRC Insausti y Diego Pérez entran por Salazar y Erik García. Salen apretando los visitantes, sacando partido de su aplastante dominio en la touche y arrinconando a Les Abelles. Pero éstos han mejorado en melé, y en cuanto el balón cae en manos de Naude, la sensación de peligro se cierne sobre los de la capital. El sudafricano pone en juego por su izquierda a Montolíu, Poggi y Calvo, o en alguna escapada individual, y la balanza queda equilibrada. Pero a partir de ahí hay dos momentos claves que descentran el juego abejorro. En un ataque cae lesionado Poggi, que sufre rotura del vasto interno y se perderá los compromisos del Olympus XV. Minutos después, Pablo Feijóo se ve obligado a una patada muy forzada tras una melé robada por los locales. El balón iba franco hacia Estaban Calvo, con un tremendo agujero por delante, pero Japie Naude llega tarde a placar al medio melé de la Selección Española, y ambos se enzarzan en una pequeña pelea que acaba con reparto de amarillas. Los del Pantera perdieron mucho en esa acción; Fran Nin, que volvía tres meses después reemplanzado a Marcos Poggi, salta frío, algo descentrado y comete varios errores. Fuera de sus posiciones naturales, a los pocos minutos de juego se ve con las llaves del equipo en la mano. Les Abelles no saben adaptarse a la circunstancia y el CRC saca oro; aunque no consiguen anotar inmediatamente, sí minan la confianza de los de negro. Canosa no está fino y el manejo no es comparable al que tenía este equipo, pero Enríquez, el valenciano Joan Tudela y Díez rompen varias veces la cortina defensiva, enganchando una continuidad que acongoja a Les Abelles. Coco Villalba se está rompiedo el alma a placajes, pero la tercera línea no le secunda. Añadan algunas penalidades absurdas, y sabrán por qué Les Abelles empiezan a morir en esos compases. Un resbalón de Calvo, una mala patada de Nin a las manos de Cano (que actuó de zaguero) y una melé a cinco que los abejorros no saben defender, acaba en ensayo de Fernando Díez por el centro.
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A 12' del final, el CRC se ha puesto por delante (15-19). A los valencianos les queda tiempo suficiente, pero la dinámica se ha invertido y los amarillos campan a sus anchas. Sonnes mete todos sus cambios para enfriar el partido, mientras el Pantera sustituye al capitán Pepo Conejero por Gustavo Cachón, y a Bottarini por Perilli. No hay forma. Feijóo ya está moviendo cómodamente sus peones, y a resultas de una acción de potencia del ala polaco Przybyszewski, Diego Pérez da el punto bonus a su equipo y priva a Les Abelles de toda recompensa. Pero aún habría más, principalmente fruto de la ansiedad instalada en las filas locales,y no porque Les Abelles entregaran la cuchara. Naude se juega un quiebro antes de patear sobre su propia línea de marca, la pierde y deja a Ónega un regalo imposible de desperdiciar. El 15-33 no hacía ninguna justicia a lo visto en el campo del Río. Así lo entendió David Montolíu, que en fantástica jugada personal lograba bajo palos un tercer ensayo que, para desgracia abejorra, sólo aportaba maquillaje al marcador. Nada positivo que llevarse a la boca del equipo más necesitado de la División de Honor.
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El teatro de la Liga baja el telón hasta el 10 de enero. Ocho partidos tienen Les Abelles (cada vez un cachito menos de vida), para intentar lo que parece más y más imposible.
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Salió el Pantera casi con el mismo XV que inmerecidamente perdió en Sant Boi, sólo añadiendo peso y experiencia en la segunda línea, con la entrada de Bartolo Durand. Los de casa se ponían por delante en el minuto 7, gracias a un golpe de castigo pasado por Japie Naude... aun cuando ya amenazaba tormenta en las touches. Empezaron Les Abelles a sufrir también en melé, pues la delantera canoísta iba cargada de peso y experiencia. El árbitro vizcaíno les concedía un ensayo de castigo a los veintidós minutos, tras varios intentos no culminados de maul y repetidas melés a 5 metros. Sólo cinco minutos tardarían los valencianos en replicar: ganar el saque de centro, un par de mauls, la defensa que derrumba, una touche a 5 que sale medio buena y ensayo de Ionel Stefan. Simple y efectivo, como en los viejos tiempos. Prometedora capacidad de reacción. No lo pasaba Naude, pero Les Abelles se ponían arriba 8-7 y seguían lanzados: en la acción siguiente al restart, con muy poquito estaban de nuevo a 5 metros de la marca. No saldría bien esa vez, pero los del Pantera seguían dominando el ancho, trabajando e insistiendo con el maul. Iba a ser Fernando Domínguez, en una de sus pillerías, quien propiciara el segundo ensayo abejorro. La roba, y se la da a Tim Emery en clara franquicia; al kiwi le quedan bastantes metros y varios rivales por sortear, pero su carrera, impagable, acaba bajo palos.
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Una lástima para la afición que Les Abelles no aguantaran esa ventaja hasta el descanso. Les mató el mal día de su delantera en los saques de lateral. Dos touches perdidas en los cinco minutos restantes acaban con un sencillo pick & go, que permite a Bernasconi posar el oval. Falla Díez y el 15-12 se queda en el electrónico.
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El Pantera releva en vestuario a Cornei por Mercanti, buscando igualar la melé, y en el CRC Insausti y Diego Pérez entran por Salazar y Erik García. Salen apretando los visitantes, sacando partido de su aplastante dominio en la touche y arrinconando a Les Abelles. Pero éstos han mejorado en melé, y en cuanto el balón cae en manos de Naude, la sensación de peligro se cierne sobre los de la capital. El sudafricano pone en juego por su izquierda a Montolíu, Poggi y Calvo, o en alguna escapada individual, y la balanza queda equilibrada. Pero a partir de ahí hay dos momentos claves que descentran el juego abejorro. En un ataque cae lesionado Poggi, que sufre rotura del vasto interno y se perderá los compromisos del Olympus XV. Minutos después, Pablo Feijóo se ve obligado a una patada muy forzada tras una melé robada por los locales. El balón iba franco hacia Estaban Calvo, con un tremendo agujero por delante, pero Japie Naude llega tarde a placar al medio melé de la Selección Española, y ambos se enzarzan en una pequeña pelea que acaba con reparto de amarillas. Los del Pantera perdieron mucho en esa acción; Fran Nin, que volvía tres meses después reemplanzado a Marcos Poggi, salta frío, algo descentrado y comete varios errores. Fuera de sus posiciones naturales, a los pocos minutos de juego se ve con las llaves del equipo en la mano. Les Abelles no saben adaptarse a la circunstancia y el CRC saca oro; aunque no consiguen anotar inmediatamente, sí minan la confianza de los de negro. Canosa no está fino y el manejo no es comparable al que tenía este equipo, pero Enríquez, el valenciano Joan Tudela y Díez rompen varias veces la cortina defensiva, enganchando una continuidad que acongoja a Les Abelles. Coco Villalba se está rompiedo el alma a placajes, pero la tercera línea no le secunda. Añadan algunas penalidades absurdas, y sabrán por qué Les Abelles empiezan a morir en esos compases. Un resbalón de Calvo, una mala patada de Nin a las manos de Cano (que actuó de zaguero) y una melé a cinco que los abejorros no saben defender, acaba en ensayo de Fernando Díez por el centro.
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A 12' del final, el CRC se ha puesto por delante (15-19). A los valencianos les queda tiempo suficiente, pero la dinámica se ha invertido y los amarillos campan a sus anchas. Sonnes mete todos sus cambios para enfriar el partido, mientras el Pantera sustituye al capitán Pepo Conejero por Gustavo Cachón, y a Bottarini por Perilli. No hay forma. Feijóo ya está moviendo cómodamente sus peones, y a resultas de una acción de potencia del ala polaco Przybyszewski, Diego Pérez da el punto bonus a su equipo y priva a Les Abelles de toda recompensa. Pero aún habría más, principalmente fruto de la ansiedad instalada en las filas locales,y no porque Les Abelles entregaran la cuchara. Naude se juega un quiebro antes de patear sobre su propia línea de marca, la pierde y deja a Ónega un regalo imposible de desperdiciar. El 15-33 no hacía ninguna justicia a lo visto en el campo del Río. Así lo entendió David Montolíu, que en fantástica jugada personal lograba bajo palos un tercer ensayo que, para desgracia abejorra, sólo aportaba maquillaje al marcador. Nada positivo que llevarse a la boca del equipo más necesitado de la División de Honor.
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El teatro de la Liga baja el telón hasta el 10 de enero. Ocho partidos tienen Les Abelles (cada vez un cachito menos de vida), para intentar lo que parece más y más imposible.
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Fuente: Prensa Les Abelles R.C.
Fotografía: CRC Madrid
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