Si ha habido un nombre propio en el rugby nacional en los últimos días del año ese ha sido, sin duda alguna, el de César Sempere (Villajoyosa, 1984), el zaguero internacional del CRC Madrid, con el que la pasada temporada conquistó todos los títulos en disputa: la Liga, la Copa del Rey, la Supercopa de España y la Liga Superibérica, como parte de la franquicia de los Gatos de Madrid, y uno de los dos mejores jugadores españoles en la actualidad.
Su inesperada decisión de dejar su club a mitad de temporada, aprovechando el parón liguero por los dos compromisos consecutivos del Olympus XV en la Challenge Cup frente al Montpellier francés y por las vacaciones navideñas, de abandonar por el momento el 'día a día' del rugby a nivel de clubes, pues seguirá jugando tanto con el Olympus XV como con la selección, sorprendió a propios y extraños.
Además, esta drástica decisión llegó un mes después de participar junto a su compañero Pablo Feijóo en la selección europea que se midió a los Barbarians franceses en el 75º Aniversario de la FIRA y justo antes de completar una soberbia actuación en el partido del Olympus XV en tierras francesas, ensayo y patadas a palos incluidas siendo destacado tanto por la prensa como por algunos foros de aficionados galos. Por eso, Marca.com quiso conocer los motivos de la renuncia del jugador internacional, el cual no tuvo ningún inconveniente en explicarnos, justo en la previa del segundo encuentro ante los galos, los motivos de esta renuncia, que en principio más parece un 'hasta luego' que un 'adiós definitivo'.
"Dejar el CRC ha sido una decisión personal y muy meditada. En agosto, tras acabar el Europeo de Seven en Hannover y al no llegar ni a realizar la prueba que iba a hacer con el Agen francés, ya me lo planteé muy seriamente. Hay que entender que llevo seis años fuera de casa. Necesitaba tomarme unas meses sabáticos, necesitaba descansar y por eso decidí volverme a casa, a Villajoyosa" afirma un César, tan eléctrico en el campo como sincero y tranquilo en su explicación y que prosigue de forma relajada con unos argumentos más que meditados. "Llevaba mucho tiempo en Madrid, solo en la ciudad. El no poder estar muy a gusto no me dejaba disfrutar del rugby. Por eso he acabado por tomar la decisión de irme a casa, de estar con mi familia, con mis amigos de toda la vida, descansar, quedarme junto a los míos y, mientras tanto, seguir jugando tanto con el Olympus XV como con la selección española".
Hay quien ha querido ver otro trasfondo en su decisión que quizás pueda existir, pero que no ha sido, ni mucho menos, el motivo de su 'adiós temporal' al rugby de clubes, al día a día en torno a un oval. "Es una acumulación de años, de viajes, de entrenamientos... Ha llegado un momento que he llegado a sentir saturación. No era feliz, el rugby no me aportaba lo que antes sí me aportaba". Así de claro.
El consuelo para todos los buenos amantes de este noble deporte, es que no es un adiós definitivo, no es una retirada prematura a sus 25 años. "El año que viene ya veremos qué pasa, qué decido. Pero quiero empezar de cero. Si al final hubiese salido adelante lo del Agen en verano todo hubiera sido distinto. En Montpellier hemos visto otro rugby, gente que vive por y para este deporte a todas horas. Se me hacía la boca agua, pensar que yo también podía participar de ese nivel. Hubiese sido otra motivación bien distinta".
Lo que parece mentira es que César, con la proyección impresionante que lleva en los últimos años y a quien hace ya dos o tres temporadas se veía que la Liga española le quedaba pequeña, no haya dado el salto a algún equipo europeo. "Fueron ocurriendo un cúmulo de circunstancias para no irme y al final no acabó de cuajar nada. Pero si tras el partido que hice el otro día en Montpellier o con la selección europea no te sale ninguna oportunidad, pues te vienes abajo ya del todo".
Lo que también es cierto, es que su tajante decisión no le llega al CRC Madrid en su mejor momento, teniendo en cuenta que el campeón de todo el año pasado lleva ya cuatro derrotas en la Liga y quedó apeado de la Copa al perder en Valladolid ante el VRAC. Es decir, cinco derrotas cuando en toda la temporada pasada sólo cedió... una. Es más, en el club madrileño hay quien no entiende esta marcha, pero respetan profundamente su decisión. "Me voy muy agradecido al club y sin problemas con nadie. De hecho, dejo las puertas abiertas y nunca se sabe... Los que me conocen y saben todo lo que llevo detrás, todo lo que se sufre fuera de casa durante seis años, lo entienden. Pero también reconozco que es una decisión impulsiva, aunque muy meditada, y algo egoísta... pero si no miro yo por mí, no sé quién lo hará".
Y no cabe duda que la mala trayectoria deportiva del equipo este año, sobre todo por el tremendo recorte presupuestario que ha sufrido el club y que ha provocado tener una plantilla más corta, ha sido otro factor más para empujarle a tomar su decisión. "Es verdad, la mala racha deportiva también me ha animado a dar el paso, aunque suene un poco egoísta e incluso puedo entender que alguien se haya enfadado por mi marcha".
En resumen... César Sempere, quizás el jugador español con mayor proyección internacional, por su edad y por sus condiciones de juego, lo deja... pero sólo de momento. Se queda sin equipo. Pero no se cierra ninguna puerta y a partir de septiembre le volveremos a ver jugar con algún club, no sólo con el 'XV del León'.
Lo curioso del caso es que todo sucede justo ahora que estaba volviendo a jugar con el '10' a la espalda, como en sus inicios, tanto en su club como en la selección. "De pequeño siempre jugaba de apertura. Desde esa posición aporto más, me gusta más y colaboro más en el juego. Creo que puedo dar más rendimiento ahí que atrás del todo, aunque de zaguero también he jugado muy a gusto".
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