Recurriendo a la épica, Les Abelles, consiguen su segunda victoria, ganando al VRAC Quesos Entrepinares por 27-24.Una vez cesaron las emociones vividas hoy en el campo del Río, la pregunta quedó suspendida en el ambiente. La permanencia para Les Abelles... ¿es aún posible? Con los resultados de esta jornada, el objetivo queda a 11 puntos... y con un partido menos para la Santboiana. Buf.
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El reencuentro con la victoria trae la sensación de haberse agarrado al último tablón que flotaba, en medio del océano más negro. Viendo batirse al equipo, está claro que los abejorros siguen aferrados a esa esperanza, sin bajar los brazos y dispuestos redimirse mientras exista posibilidad matemática. No se olvida que el calendario es estremecedor, con tres viajes al País Vasco y teniendo que recibir a los de arriba. Ya habrá tiempo de pensar en eso mañana. En especial en el directísimo duelo a dilucidar en Anoeta dentro de 21 días. Hoy las cosas salieron medio bien; el rugby devolvió a los del Pantera un poco de lo que tantas veces les ha negado esta temporada.
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El escenario del partido fue más el de un spaghetti western: sol cegador y rachas de viento que helaban el sudor. Un campo sin rastro vegetal, cual desierto almeriense. Un terreno penoso, abandonado a su suerte, impropio del mejor rugby español. Si a Clint Eastwood se le llega a ocurrir rodar aquí, no hubiese sido para "Invictus", sino con poncho y recordando sus días con Sergio Leone. Por suerte no se lastimó nadie.
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Resonaban las voces escapadas de las arengas en el vestuario abejorro, presagiando un equipo que salía a vaciar cuerpo y alma, a la vez que intentando mantener la cordura. Las emblemáticas tres "ces" de Les Abelles. La melé local iba a ser superior durante todo el encuentro, y no en vano el VRAC cambiaría de talonador en sólo media hora. Fran Nin empezaba con su único error a palos de la mañana (min.3). Poco después, al apertura visitante Griffiths se le escapaba un drop por poquito. El árbitro señor Cortabarría freía a los locales a golpes de castigo. Mientras, la defensa vallisoletana vivía en los límites del fuera de juego permanente. Se avecinaba bronca. En el 13' ponía Griffiths el 0-3, desde 40 metros. Quizá algo falto de ritmo (dos meses sin competir es mucho), el Quesos no supo sacar partido a la amarilla vista por Juan Pablo Burgos en el 16'. La mejor ocasión la marró el irregular pie del inglés Griffiths en el 23'.
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Todo lo contrario sucedería a la expulsión temporal de Glenn Rolls en el 27'. Petróleo para Les Abelles. Pasado el trago de la inferioridad numérica, ya la venían rondando desde el reingreso de Burgos. Una buena combinación de los delanteros se malogra cuando el oval se le cae al Chanchy Butazzoni. Los pucelanos salen apuradísimos, reculando del scrum. Tras una buena touche de Jorge Parra, nadie puede parar al piller Bruno Mercanti, que como un centro rompe la defensa quesera. En apenas un par de minutos, primorosa jugada de David Montolíu, con ensayo similar al anotado contra Ordizia. Patada perfecta -y afortunada... en el bote del oval siempre se ha de contar con la suerte- que recoge éll mismo para posar bajo palos. Sumando las dos conversiones de Nin, los de negro se habían ido hasta el 14-3 a (min.34). Con confianza y en día inspirado, el paranaense alargaría el hueco poco antes del descanso (17-3). Parpadeos de la afición al mirar el electrónico.
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Les Abelles ganaron el partido en el primer tiempo, en la reanudación lo iban a tener perdido... para volver a hacerse con él en la última jugada. Todo eso nos aguardaba tras el paso por vestuarios. Y eso que el timón apuntaba tranquilidad, pues de nuevo Nin veía la H tras una primera melé a favor que se convertía en golpe de castigo a 25 metros (20-3). Miguelón había metido a Sergio Fernández en un ala, para tratar de hilar el habitual juego rápido de sus tres cuartos. Pero serían los errores locales quienes darían vida a la remontada del VRAC. Nin la yerra pateando directo a touche fuera de 22, pero el Quesos comete avant. A la salida de la melé, Nin chuta a las manos de Gorosito, que replica con sombrero por el ala, mal recogido por Macnaughton. Desde esa melé a 5 llega el primer ensayo vallisoletano, obra del internacional Aníbal Bonan. Lo pasa Griffiths y nos vamos al 20-10.
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El Pantera da entrada a Marcos Poggi. Todavía no cundían los nervios en la grada. Había margen y Les Abelles están a punto de ensayar desde el saque de centro. La pierde Burgos muy cerca de la marca, y un nuevo error de Esteban Calvo sobre la patada defensiva, da al VRAC una melé en medio campo, desde la que montan una ofensiva rapidísima que acaba en try de Fernández. Ahora sí se echan a temblar los aficionados: 20-17, casi media hora por delante, y el Quesos hacia arriba.
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Corto de recambios, Miguelón pretende equilibrar la balanza delante, con los cambios de Blanco por De la Calle y Lebied por Ribot. Pero la delantera abejorra sigue siendo superior, empleándose para tener el balón y no dar chance a la velocidad contraria, sabedores de que ahí es difícil parar al Quesos. Buscando oxígeno, Goldspink y Conejero entran por Burgos y el lesionado Bocha. El 9 local Fernando Domínguez busca cómo dormir el partido, y usa como arietes a los Cornei, Parra, Durand y Mercanti, más la clase de Emery. En el 65' Griffiths tiene el empate desde 22 y lo manda al palo, con peligrosísimo rebote para el flanker Molina, que acaba siendo sacado por la lateral. El mazazo llega a falta de unos siete minutos, tras un balón regalado para que jueguen Fernández y Davis. Nadie evita el ensayo del menudo kiwi, a Griffiths le sale cara y el Quesos se va al 20-24. Como guinda, Tim Emery ve la amarilla en la misma jugada.
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Les Abelles, últimos en la tabla y vapuleados por los resultados, afrontan la recta final con uno menos y (otra vez) el resultado en contra. Pocos equipos no se hubieran hundido, pero los valencianos siguen peleando, espoleados por una afición que no acepta la crueldad de otra derrota. El empuje de Goldspink y Butazzoni les lleva a sacar un golpe de castigo dentro de la 22 visitante, lógicamente jugado a touche. Primer match ball. El saque es juzgado como parcial y el VRAC puede salir de la cueva, pero los abejorros redoblan el esfuerzo y sacan otro golpe a 40 metros. Máxima tensión; estamos casi sobre el tiempo y la última secuencia va a ser confusa y polémica.
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Fran Nin no la saca a touche, la patada de respuesta es tapada por la delantera valenciana y Cortabarría concede melé a 5 con introducción local. Los queseros protestan, considerando que el golpeo fue desde dentro del área de juego y no en el in-goal. El veterano Santi Sanmartí entra en el flanco vacante, llevando consigo el empuje de todos los guerreros que han defendido el escudo de la abeja. Saltaba a la vista que la fe de ese último arreón va a dar sus frutos. Josh Goldspink mantiene el oval entre sus botas mientras la melé avanza palmo a palmo. Al segundo derrumbamiento por parte del VRAC, se concede el ensayo de castigo. Final: 27-24. Quejas en las filas visitantes y delirio en la grada. Puños al aire, cerrados con rabia. Resonó el grito del equipo como en los días grandes. Puede que no sirva para nada, pero este club no quiere dejar la División de Honor de cualquier forma.
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Fuente: Prensa Les Abelles R.C.
Fotografía: Santiago Martín
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El escenario del partido fue más el de un spaghetti western: sol cegador y rachas de viento que helaban el sudor. Un campo sin rastro vegetal, cual desierto almeriense. Un terreno penoso, abandonado a su suerte, impropio del mejor rugby español. Si a Clint Eastwood se le llega a ocurrir rodar aquí, no hubiese sido para "Invictus", sino con poncho y recordando sus días con Sergio Leone. Por suerte no se lastimó nadie.
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Resonaban las voces escapadas de las arengas en el vestuario abejorro, presagiando un equipo que salía a vaciar cuerpo y alma, a la vez que intentando mantener la cordura. Las emblemáticas tres "ces" de Les Abelles. La melé local iba a ser superior durante todo el encuentro, y no en vano el VRAC cambiaría de talonador en sólo media hora. Fran Nin empezaba con su único error a palos de la mañana (min.3). Poco después, al apertura visitante Griffiths se le escapaba un drop por poquito. El árbitro señor Cortabarría freía a los locales a golpes de castigo. Mientras, la defensa vallisoletana vivía en los límites del fuera de juego permanente. Se avecinaba bronca. En el 13' ponía Griffiths el 0-3, desde 40 metros. Quizá algo falto de ritmo (dos meses sin competir es mucho), el Quesos no supo sacar partido a la amarilla vista por Juan Pablo Burgos en el 16'. La mejor ocasión la marró el irregular pie del inglés Griffiths en el 23'.
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Todo lo contrario sucedería a la expulsión temporal de Glenn Rolls en el 27'. Petróleo para Les Abelles. Pasado el trago de la inferioridad numérica, ya la venían rondando desde el reingreso de Burgos. Una buena combinación de los delanteros se malogra cuando el oval se le cae al Chanchy Butazzoni. Los pucelanos salen apuradísimos, reculando del scrum. Tras una buena touche de Jorge Parra, nadie puede parar al piller Bruno Mercanti, que como un centro rompe la defensa quesera. En apenas un par de minutos, primorosa jugada de David Montolíu, con ensayo similar al anotado contra Ordizia. Patada perfecta -y afortunada... en el bote del oval siempre se ha de contar con la suerte- que recoge éll mismo para posar bajo palos. Sumando las dos conversiones de Nin, los de negro se habían ido hasta el 14-3 a (min.34). Con confianza y en día inspirado, el paranaense alargaría el hueco poco antes del descanso (17-3). Parpadeos de la afición al mirar el electrónico.
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Les Abelles ganaron el partido en el primer tiempo, en la reanudación lo iban a tener perdido... para volver a hacerse con él en la última jugada. Todo eso nos aguardaba tras el paso por vestuarios. Y eso que el timón apuntaba tranquilidad, pues de nuevo Nin veía la H tras una primera melé a favor que se convertía en golpe de castigo a 25 metros (20-3). Miguelón había metido a Sergio Fernández en un ala, para tratar de hilar el habitual juego rápido de sus tres cuartos. Pero serían los errores locales quienes darían vida a la remontada del VRAC. Nin la yerra pateando directo a touche fuera de 22, pero el Quesos comete avant. A la salida de la melé, Nin chuta a las manos de Gorosito, que replica con sombrero por el ala, mal recogido por Macnaughton. Desde esa melé a 5 llega el primer ensayo vallisoletano, obra del internacional Aníbal Bonan. Lo pasa Griffiths y nos vamos al 20-10.
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El Pantera da entrada a Marcos Poggi. Todavía no cundían los nervios en la grada. Había margen y Les Abelles están a punto de ensayar desde el saque de centro. La pierde Burgos muy cerca de la marca, y un nuevo error de Esteban Calvo sobre la patada defensiva, da al VRAC una melé en medio campo, desde la que montan una ofensiva rapidísima que acaba en try de Fernández. Ahora sí se echan a temblar los aficionados: 20-17, casi media hora por delante, y el Quesos hacia arriba.
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Corto de recambios, Miguelón pretende equilibrar la balanza delante, con los cambios de Blanco por De la Calle y Lebied por Ribot. Pero la delantera abejorra sigue siendo superior, empleándose para tener el balón y no dar chance a la velocidad contraria, sabedores de que ahí es difícil parar al Quesos. Buscando oxígeno, Goldspink y Conejero entran por Burgos y el lesionado Bocha. El 9 local Fernando Domínguez busca cómo dormir el partido, y usa como arietes a los Cornei, Parra, Durand y Mercanti, más la clase de Emery. En el 65' Griffiths tiene el empate desde 22 y lo manda al palo, con peligrosísimo rebote para el flanker Molina, que acaba siendo sacado por la lateral. El mazazo llega a falta de unos siete minutos, tras un balón regalado para que jueguen Fernández y Davis. Nadie evita el ensayo del menudo kiwi, a Griffiths le sale cara y el Quesos se va al 20-24. Como guinda, Tim Emery ve la amarilla en la misma jugada.
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Les Abelles, últimos en la tabla y vapuleados por los resultados, afrontan la recta final con uno menos y (otra vez) el resultado en contra. Pocos equipos no se hubieran hundido, pero los valencianos siguen peleando, espoleados por una afición que no acepta la crueldad de otra derrota. El empuje de Goldspink y Butazzoni les lleva a sacar un golpe de castigo dentro de la 22 visitante, lógicamente jugado a touche. Primer match ball. El saque es juzgado como parcial y el VRAC puede salir de la cueva, pero los abejorros redoblan el esfuerzo y sacan otro golpe a 40 metros. Máxima tensión; estamos casi sobre el tiempo y la última secuencia va a ser confusa y polémica.
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Fran Nin no la saca a touche, la patada de respuesta es tapada por la delantera valenciana y Cortabarría concede melé a 5 con introducción local. Los queseros protestan, considerando que el golpeo fue desde dentro del área de juego y no en el in-goal. El veterano Santi Sanmartí entra en el flanco vacante, llevando consigo el empuje de todos los guerreros que han defendido el escudo de la abeja. Saltaba a la vista que la fe de ese último arreón va a dar sus frutos. Josh Goldspink mantiene el oval entre sus botas mientras la melé avanza palmo a palmo. Al segundo derrumbamiento por parte del VRAC, se concede el ensayo de castigo. Final: 27-24. Quejas en las filas visitantes y delirio en la grada. Puños al aire, cerrados con rabia. Resonó el grito del equipo como en los días grandes. Puede que no sirva para nada, pero este club no quiere dejar la División de Honor de cualquier forma.
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Fuente: Prensa Les Abelles R.C.
Fotografía: Santiago Martín
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