Gran partido de Les Abelles, que ganan 24-15 a Ordizia, consiguiendo así su primera victoria de la temporada y demostrando que pueden tener un hueco en la máxima categoría del rugby español.
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Costó pero llegó. El parto de los montes no sólo trajo la victoria y los puntos, también las buenas sensaciones. El equipo del Pantera se pareció al de los mejores momentos de la pasada temporada, dominó el partido y brindó el triunfo a su afición. La salvación aún queda lejos. Se necesitan muchos partidos como éste para conseguirla. Se ve complicado sumar lo suficiente y recuperar el excesivo terreno cedido. Será muy difícil echar el guante en la tabla a dos rivales, pero al menos las caras están arriba porque -por primera vez este año-, Les Abelles se sintieron netamente superiores al contrario.
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¿Puede un solo jugador cambiar a un equipo? El sudafricano Japie Naude, sin alardes individuales, aportó una seguridad y velocidad que hizo mejores a sus compañeros. Mejores de lo que habían mostrado en los siete encuentros anteriores; jugadores como Tim Emery o David Montolíu, dieron la medida de su calidad real.
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La delantera de Les Abelles se presentó fuerte, conjuntada, arrastrando la melé guipuzcoana desde el primer envite. Las touches, más disputadas. El partido arrancó igualado y con poca definición. Loe de casa todavía por acostumbrarse al juego de Naude -que apenas había entrenado el viernes, recién aterrizado-, no sacaban provecho del seguro de balones firmado por su paquete. Perdían metros mientras ajustaban al coordinación, y cedían demasiados golpes de castigo en su mitad. Los peores augurios no se cumplieron esta vez, porque el neocelandés Corey Simpson se hizo enemigo del oval y falló sus tres intentos en el primer cuarto de hora. Tremendo sol y calor en Valencia, ambiente casi más de corrida de la Feria de Julio que de un partido a mitad de noviembre.
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Ordizia buscaba la espalda de la defensa abejorra con las patadas de Dillon, pero cerraban detrás con serenidad Marcos Poggi e Iñaki Sevillano. Naude se iba asociando con Montolíu y Poggi, mientras un Coco Villalba reconvertido a centro le iba cogiendo el tranquillo al espacio abierto. Empezaban a carburar los de negro, al tiempo que los tres cuartos vascos se nublaban. Media hora estarían las gafas en el marcador, hasta que Montolíu aprovechó una mala salida de melé de Ordizia en su propia 22, recogió un balón suelto y se perfiló hacia los palos. Mientras Juan Pablo Burgos suplía al segunda Luis Gómez de Membrillera por lesión, trataron de replicar los de Dillon pero Les Abelles no querían aflojar, y al borde del descanso se plantaron otra vez cerca de la marca visitante a partir de un placaje alto sobre el talona rumano Cristi Cornei. Trabajo de demolición y ensayo de Montórfano. Lo pasaba Japie Naude para el 14-0.
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No se habían visto Les Abelles con las cosas tan a favor en esta temporada. La grada estaba satisfecha, un poco indrédula ante las vibraciones olvidadas, y quizá temerosa de que al equipo le temblaran las piernas. Nada más lejos de lo que iba a suceder en la continuación. Los locales daban la vuelta a una situación comprometida dentro de su 22, malograda por un nuevo error de manejo de los rojos. Montolíu sobrepasaba a una defensa ya desvalida con excelente patada y cedía al ala Estaban Calvo el tercer ensayo. Simpson apenas podía descontar tres puntos poco después en un golpe sencillito, y el marcador andaba 19-3 sobre el minuto 47. Phil Huxford parecía el único con garra para romper la defensa local. El Pantera metía en juego a Bocha y al Mati Bottarini, y Dixon hacía ingresar poco a poco a casi todo su banquillo. El partido entraba en una larga fase de disputa, siempre con los locales llevando la iniciativa y los visitantes apostando por el reparto de caramelos. Paradójicamente sólo vio una amarilla el Chanchy Butazzoni en el 64'. Les Abelles buscaban el bonus pero se enredaban en el intento. Damián Montórfano fue de nuevo el Tanke. Tuvieron el casi en el 61', girando una melé enfrente de palos y dentro de la 22 contraria. Tremensa percusión de Jorgito Parra. La acción moriría a 5 metros de la marca, precisamente con la mencionada tarjeta amarilla. Diez minutos más tardarían en conseguirlo Les Abelles, a base siempre del excelente trabajo en las salidas de Emery y la continuidad del omnipresente Naude. El "Gringo" Calvo anotaba su segundo try en una excepcional acción individual. Merecido premio para un chico con grandes condiciones, que el año pasado jugaba en 1ª Territorial y se ha comido toda la mala racha en su salto a la elite. El electrónico señalaba 24-3, minuto 71.
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En el saque de centro volvían a robarla los abejorros y parecía que no iban a ceder ni un ápice, pero lo cierto es que se aflojaron demasiado el cinturón. Quizá ni se creían lo que estaba pasando, ni que a Ordizia le quedara gasolina para mucho más. Necesitaban los rojos catorce puntos para alcanzar el bonus defensivo como mal menor. Mucho trecho para nueve minutos. Los ordiziarras sacaron la casta y, aprovechando una cierta relajación local, a punto estuvieron de romper la piñata. Les ayudó la amarilla que se ganó Fernando Domínguez a 10 metros de la marca rival, que dejaba a Les Abelles sin medio de melé en el tramo final. Sendas acciones de lateral acabaron en ensayo. La primera, trabajando los guipuzcoanos desde un mal saque propio cuyo rebote les benefició, y la segunda -casi sobre la bocina- en un fallo de coordinación de los locales que aprovechó Álbarez de Eulate y acabó posando en clara ventaja el ala Iker Elortza sobre el banderín. La pena es que la transformación quedó muy escorada y de nuevo marró Simpson -día para olvidar del de Canterbury-. Esos dos puntitos perdidos tuvieron la culpa de que los ordiziarras se fueran de vacío del campo del Río. Van seguros los del AMPO, y con ganar en casa tienen la permanencia más o menos clara. Lo de Les Abelles sigue sabiendo a sueño, pero al menos hoy, a dulce sueño.
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Fuente: Prensa Les Abelles R.C.
Enhorabuena a Abelles por su primera victoria. A ver si remontan el vuelo y consiguen quedarse en division de honor.
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